El movimiento verde la tiene difícil. Encontrar argumentos para defender la matanza masiva de seres humanos inocentes, es una tarea ciclópea. Es por eso que sólo le queda apelar a todo tipo de falacias y falsedades científicas (sobre todo en epidemiología y biología), y usa la calumnia de la posición pro-vida en su intento de fanatizar y despertar el odio al que piensa distinto. Un ejemplo es la calumnia al editorial de La Nación: Editorial de La Nación: "Niñas madres con mayúsculas" La calumnia, por supuesto, es totalmente impune, ya que los medios hegemónicos -en coincidencia con el poder político nacional e internacional/ONU, y el poder económico: G20, Soros, FMI- impulsan la mentira verde. La impunidad es tan grande, que hasta los mismos periodistas de La Nación -medio que, creo, lleva la libertad de prensa a extremos excesivos- han calumniado la línea editoria de su propio diario. Los medios acusan al editorial de La Nación, que rechaza la maternidad in
De repetir la verdad, algo quedará. Sin temor a ser políticamente incorrecto.