El movimiento verde la tiene difícil. Encontrar argumentos para defender la matanza masiva de seres humanos inocentes, es una tarea ciclópea. Es por eso que sólo le queda apelar a todo tipo de falacias y falsedades científicas (sobre todo en epidemiología y biología), y usa la calumnia de la posición pro-vida en su intento de fanatizar y despertar el odio al que piensa distinto.
Un ejemplo es la calumnia al editorial de La Nación:
Editorial de La Nación: "Niñas madres con mayúsculas"
La calumnia, por supuesto, es totalmente impune, ya que los medios hegemónicos -en coincidencia con el poder político nacional e internacional/ONU, y el poder económico: G20, Soros, FMI- impulsan la mentira verde.
La impunidad es tan grande, que hasta los mismos periodistas de La Nación -medio que, creo, lleva la libertad de prensa a extremos excesivos- han calumniado la línea editoria de su propio diario.
Los medios acusan al editorial de La Nación, que rechaza la maternidad infantil -y la maternidad infantil forzada, en particular-, de defenderla. Patético.
Repudio la posición pro-violación de derechos humanos del colectivo de Actrices Argentinas y de la mayoría de los periodistas de La Nación.
Repudio la calumnia burda e impune de estos mismos grupos, y su campaña de falsedades y de odio.
Aberrantes.
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