Comentario al Comunicado de los Obispos Patagónicos sobre la construcción de una Planta Nuclear en la Provincia de Río Negro
Comentario al
Comunicado de los Obispos Patagónicos sobre la construcción de una Planta Nuclear en la Provincia de Río Negro emitido el 2017-08-07
A los Obispos de la Patagonia, en el marco de su acostumbrado encuentro de mitad de año, les ha parecido importante aportar sobre la conveniencia o no de instalar una planta nuclear en la Patagonia, y más concretamente en la Provincia de Rio Negro.
En ese marco, me parece apropiado hacer algunos comentarios y aclaraciones, siguiendo el mismo orden de los puntos del comunicado:
• Coincido completamente con cada palabra de la apelación a "Laudato Si", de donde se toma esta cita: "la Iglesia no pretende definir las cuestiones científicas, ni sustituir a la política, pero sí invitar a un diálogo y debate honesto y trasparente, para que las necesidades particulares o las ideologías no afecten al bien común (cf. LS 188)".
• En ese marco, opino en primer lugar que no es conveniente que haya un pronunciamiento que recoja las opiniones de algunos grupos de acción, y no se tome en cuenta la información que pueden aportar muchos expertos, técnicos y científicos, que trabajan en el tema. Esto me parece especialmente aplicable en el caso de la diócesis de Bariloche, que aloja dos reactores nucleares, dos centros de la CNEA, y una empresa provincial que produce y exporta reactores nucleares, y donde la Iglesia cuenta con muchos expertos a quienes consultar antes de un pronunciamiento.
• En segundo lugar, es de resaltar que la provincia estaba cumpliendo con la invitación "a un diálogo y debate honesto y transparente", iniciando ese proceso tres o cuatro años antes del comienzo de la construcción de la central, y comenzando con charlas técnicas públicas, consultas, y suministrando información técnica.
• La 5a. central nuclear es de producción de electricidad, no de insumos médicos.
• Los residuos radioactivos (o, mejor, combustibles usados) de centrales nucleoeléctricas, presentan en realidad un riesgo muy bajo, no habiéndose producido nunca un daño al medio ambiente o a la salud de la población debido a ellos, en todas estas décadas en las que han funcionado cientos de tales centrales en todo el mundo.
• La ecuación económica de la central que se proponía construir en Río Negro era muy conveniente: la electricidad iba a ser producida a costos similares a los del sistema interconectado actual, y el costo no se iba a pagar hasta el inicio de la operación, cubriéndose luego con la electricidad producida.
• Hay muchos tipos de centrales que pueden producir accidentes gravísimos (como los de las represas hidroeléctricas que hay en la Patagonia), pero hay tecnología y controles para que ese riesgo sea aceptable. En el caso de la central china, que iba a tener la tecnología y seguridad más avanzadas, hubiera sido imposible un accidente como el de Fukushima, en el que sin embargo no falleció ninguna persona a consecuencia de la radioactividad emitida en el accidente. Los estudios técnicos muestran que el riesgo -tanto sanitario como ambiental- de la energía nuclear está entre los más bajos de las distintas tecnologías (especialmente frente al carbón o la hidroelectricidad, o el petróleo, que ha afectado y afecta a la Patagonia), siendo comparable al de la energía eólica.
• La efectividad de los controles nucleares en Argentina es conocida y reconocida por los principales organismos técnicos internacionales. Ha sido efectiva con las tres centrales nucleares que están operando en el país, comenzando con la inauguración de Atucha I en 1974, así como con las más de mil instalaciones y fuentes de aplicaciones industriales y médicas.
• Unos pocos países han decidido abandonar, por razones políticas, el uso de la energía nuclear. La consecuencia ha sido el aumento de la emisión de gases de efecto invernadero (en contra de lo que pide el Papa Francisco en Laudato Si) y el encarecimiento de la energía eléctrica. Pero la tendencia general es al aumento de esta energía. Países como Estados Unidos han retomado la construcción de centrales; otros están aumentando muy rápidamente su producción (como China). Este año se ha batido el récord de cantidad de centrales nucleoeléctricas en operación en el mundo.
• Coincido en que el tema merece "el compromiso de todos en un debate interdisciplinario, honesto y transparente", y que "en una cuestión de tanta trascendencia ningún gobierno debe decidir cerrándose en un círculo restringido". Es por eso que este proyecto, hecho público durante el gobierno anterior (en 2015), tuvo un lanzamiento con gran presencia en los medios, y se previó una fuerte participación de la sociedad en el proceso de decisión. Ese proceso era el que iba a desembocar en la conclusión sobre si están dadas o no las condiciones para realizar este emprendimiento, luego de que la población pudiera evaluar toda la información correspondiente. En lugar de eso, partes de la población, minoritarias pero importantes, fueron secuestradas por campañas de grupos de presión ideológicos, para participar en marchas del miedo a lo desconocido, abortando ese debate cuando apenas estaba comenzando.
También coincido con que "es imprescindible que en todo emprendimiento en la Patagonia, actual o futuro, se tenga en cuenta la protección de los habitantes y el cuidado de la casa común." La 5a. central nuclear era un modo de disminuir la dependencia del país en los combustibles fósiles, permitiendo combatir el efecto invernadero contra el que alerta el Papa Francisco.
Una reflexión final: Los temas de energía, seguridad industrial y ecología son claramente temas técnicos seculares, del ámbito de los laicos. El Papa actual ha reforzado fuertemente el mensaje de la Iglesia contra el clericalismo. Me parece, humildemente, que se perdió una oportunidad de aplicar esto en la práctica.
Comentarios