1. ¿Pro-vida o pro-muerte?
Quienes defienden la legalización del aborto frecuentemente buscan rotular a los sectores pro-vida como "pro-aborto clandestino", o incluso "antiderechos".
La etiqueta de "antiderechos" aplicada a quienes defienden el derecho a la vida de todo ser humano, es suficientemente absurda como para ignorarla.
Más curiosa es la definición de "pro-aborto clandestino". Es un argumento que podría aplicarse a cualquier otra restricción o prohibición legal; toda ley favorecería la clandestinidad de las acciones prohibidas. El argumento es del mismo tenor que el de "derecho sobre el propio cuerpo". Por supuesto, todas las leyes restringen lo que uno hace con su cuerpo; no hay ninguna que prohiba puros pensamientos [1]. La justificación surge cuando lo que uno hace con el propio cuerpo, afecta a otro ser humano. Si el argumento fuera válido, tampoco sería posible ninguna ley.
A pesar de esto, se ha visto una creciente virulencia del movimiento abortista, en cuanto a la violencia de algunas manifestaciones y la homogeneidad de la presión realizada desde el poder (ministros, fondos como los de Soros, presiones extorsivas de comités de las Naciones Unidas, G20, Ocde, etc., cobertura totalmente parcializada y discriminatoria de los medios hegemónicos y de los opositores).
También se ha visto a un sector de la juventud y adolescencia, con pañuelos verdes, con una posición militante radicalizada. ¿Es justificada esta convicción y apasionamiento?
2. ¿Salvar las vidas de las gestantes?
Veamos. La principal argumentación abortista es que hay unas 30 muertes por año debidas al aborto clandestino, y que con la legalización se podrían evitar. Suponen que no incrementarían el número de abortos, y bajaría la mortalidad materna.
Los datos estadísticos muestran sin embargo que la legalización aumenta el número de abortos, y que la mayoría de éstos se hace en contra de la voluntad de la mujer, o sin informarla adecuadamente. La evidencia científica de la vulnerabilidad humana ante las presiones es suficientemente contundente (como el famoso experimento Milgram de la Universidad de Yale y sus variantes), que no vale la pena insistir más en esto.
Un punto más importante es que en realidad la legalización no elimina el aborto clandestino, ni los abortos "inseguros", que tienen otras causas como la marginalidad, la falta de educación, las carencias del sistema de salud, la violencia de género, etc. De hecho los estudios epidemiológicos de mejor calidad técnica muestran que no hay ninguna incidencia de la legalización o penalización del aborto en la mortalidad materna [2], [3].
Pero supongamos que no es así, y que se puede aspirar a bajar un poco esas 30 muertes anuales mediante la legalización. ¿Justifica todo el gasto hecho en esta campaña verde? ¿Se justifica el activismo del ministro de salud, que al mismo tiempo suspende una vacuna contra la meningitis?
Al hablar de mortalidad femenina, saltan enseguida las 130 mujeres que mueren cada día debido a problemas cardiovasculares [4].
O también se podría pensar en las alrededor de 15.000 muertes anuales de mujeres por el tabaquismo, que podrían disminuirse muy fácilmente con una combinación de medidas fiscales y de incentivos agrarios [5].
No sólo eso. Cuando se analizan las muertes directas e indirectas atribuibles a los métodos de anticoncepción impulsadas por la campaña por el aborto, se ve que son muy superiores a las 30 muertes por aborto inseguro.
Aún más, el aborto -sea legal o ilegal- está asociado a todo tipo de secuelas físicas y psicológicas, incluyendo una mayor mortalidad (en particular por suicidios), documentadas en numerosas publicaciones científicas. Esas muertes son mucho más numerosas que las 30 muertes anuales.
3. ¿Qué balance hay entre los celestes y los verdes?
En síntesis, la propuesta verde consiste en legalizar la eliminación sistemática de seres humanos inocentes en instalaciones del Estado pagados por todos los contribuyentes, con la esperanza de salvar algunas de las 30 vidas anuales, pero aumentando la mortalidad a mediano y largo plazo de esas mujeres en riesgo, en un número mucho mayor. No le preocupa dar opciones ni garantizar la libertad de decisión de la mujer, ni siquiera bajar realmente la mortalidad, sino garantizar que se aborte.
Todo este enorme esfuerzo que en el balance significa aumentar la mortalidad tanto de las madres como de los seres humanos en gestación, no se aplica a otras causas de muerte de mujeres mucho más graves y urgentes.
Mientras tanto, el sector pro-vida ha venido generando instituciones e iniciativas que han estado salvando ambas vidas, durante décadas. Ha propuesto una veintena de proyectos de ley que atacan las verdaderas causas del aborto, y buscan dar opciones reales a las madres en situación vulnerable.
¿Por qué entonces ha habido una reacción tan radicalizada del sector verde, atacando la fe católica -como si fuéramos ciudadanos de segunda sin derecho a manifestarnos, o como si no hubiera ateos y gente de otras creencias en el sector provida- con tanta vehemencia?
Habría muchas falacias y falsedades más del movimiento abortista para señalar (por ejemplo el inexistente cambio histórico de posición de la Iglesia sobre el aborto). Pero sólo considerar los datos de mortalidad aquí expuestos, alcanza para ver la absoluta irracionalidad de la absurda campaña verde.
[1] Aunque sí hay campañas para adoctrinar desde el poder político y mediático, tales como la imposición de la ideología de género desde el jardín de infantes.
[2] Koch E, Thorp J, Bravo M, Gatica S, Romero CX, et al. (2012) "Women’s Education Level, Maternal Health Facilities, Abortion Legislation and Maternal Deaths: A Natural Experiment in Chile from 1957 to 2007". PLoS ONE 7(5): e36613. doi:10.1371/journal.pone.0036613
[3] Koch E, Chireau M, Pliego F, et al. (2015) "Abortion legislation, maternal healthcare, fertility, female literacy, sanitation, violence against women and maternal deaths: a natural experiment in 32 Mexican states". BMJ Open 2015;5:e006013. doi:10.1136/bmjopen-2014-006013 (British Medical Journal)
[4] https://www.infobae.com/salud/2018/08/27/el-corazon-en-alerta-roja-cada-11-minutos-muere-una-mujer-por-enfermedad-cardiovascular-en-la-argentina/
[5] https://www.lanacion.com.ar/2120172-falta-sensibilidad-y-coraje
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