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El Papa Peronista

Peronista, kirchnerista, populista, "pobrista"

"El Papa ciertamente es peronista", y "ciertamente es populista", dice un autor en un artículo publicado en la revista Criterio. Se han escrito varios libros hablando no sólo del presunto peronismo, y hasta kirchnerismo, del Papa, sino también de cómo operaría políticamente en el país para influenciar decisiones y hasta la elección de gobiernos. También salen periódicamente artículos de autores de tendencia liberal (según se entiende el término en Argentina) hablando del "pobrismo" del Papa, una presunta exaltación de la pobreza por la pobreza misma, y un ataque a los ricos por el sólo hecho de tener ganancias. Aquí se muestra una ignorancia de las verdaderas enseñanzas de la Doctrina Social de la Iglesia, además de las obvias diferencias entre el liberalismo y las enseñanzas cristianas sobre una sana economía social de mercado.

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Este fenómeno es principalmente argentino, pero los medios anglosajones -siempre muy ignorantes y prejuiciosos sobre la realidad católica- inicialmente tomaron esa descripción de periodistas locales. Cuando el Papa visitó EE.UU., la revista The Economist publicó en tapa: "Papa peronista". En el editorial se decía que como Francisco es de raíz peronista, no podía ir solo a un país poderoso como es EE.UU. Con su concepción de que él va de la periferia hacia el centro, el Papa casi no ha ido a países poderosos. El editorial apuntaba a que era una suerte de resentimiento peronista. La verdad es que no fue así. Bergoglio acababa de asumir la mediación entre Cuba y EE.UU. Por eso anexó a Cuba, por su mediación. Viajó a Cuba porque quería hacer la mediación lo antes posible y aprovechar la oportunidad de dialogar con Raúl Castro. Fue una mediación que se realizó en seis meses. Fue tan importante ese diálogo a solas con Raúl y el diálogo con Obama que se terminó concretando la apertura de ambas embajadas a los dos meses de la visita histórica de Francisco a EE.UU.



Francisco peronista

"Vengo de familia radical, mi abuelo era radical del 90" , aclaró el Papa Francisco en una entrevista con los periodistas cordobeses Javier Cámara y Sebastián Pfaffen, para el libro "Aquel Francisco" (2014), como ya había dicho también en el libro Sobre el cielo y la Tierra , un diálogo con su amigo rabino Abraham Skorka. El Papa subraya su interés por la política en general y por el justicialismo. "Yo siempre fui un inquieto de lo político (...) Después, en la adolescencia, tuve también una incursión por el zurdaje", dijo al recordar que leía los libros del Partido Comunista. Admitió haber acompañado a grupos de jóvenes con diversas experiencias políticas "y evidentemente también a grupos justicialistas, pero nunca me afilié a ningún partido". Aunque destacó que "en la exposición de la doctrina peronista hay una ligazón con la doctrina social de la Iglesia", nunca consideró a un partido político como una expresión concreta de esa doctrina.

El punto es que en varios libros y entrevistas el Papa desmintió ser peronista. Sin embargo, parece haber un relato en los medios hegemónicos argentinos que obliga a repetir este invento una y otra vez. Pésimo periodismo argentino, capaz de repetir interminablemente durante años, sin pruebas, una falsedad que fue ya desmentida públicamente muchas veces.
"La única vez que vi a Perón fue cuando me tocó ir como abanderado de mi colegio al Teatro Colón, a un encuentro educativo. Yo estaba en la escuela secundaria en aquel momento. A Eva también la vi de cerca en una oportunidad. Fue cuando entré en una unidad básica de la calle Córdoba, en Buenos Aires, con mi hermano, porque necesitábamos unos folletos para un trabajo del colegio. Ella estaba ahí y nos saludó, pero nada más."

Francisco también ha explicado que es falsa la anécdota difundida después de su elección según la cual en su adolescencia fue sancionado por llevar al colegio secundario un prendedor con el escudo peronista. "No es real", corrigió, como ya había hecho un compañero y amigo suyo en la biografía Francisco, vida y revolución.

El padre Rossi, jesuita, "hijo espiritual" del Papa, con el que mantiene una amistad desde hace 42 años, profundo conocedor de Bergoglio, lo describe como “un hombre de profunda oración, un místico con aptitud y capacidad de gobierno, pero de gobierno espiritual”. Respecto de lo que escucha o lee sobre que Bergoglio es un operador peronista, responde: “Siento que no lo conocen. Y que ojalá algún día lo pudieran conocer, porque decir que Bergoglio es un operador peronista o que es kirchnerista es un ‘bolazo’”.



“Él siempre escuchó y recibió a todos, y es capaz de cualquier cosa para poder ayudar a quien le pide ayuda, sin importar cómo piensa o qué hace”. En declaraciones a Radio María, repasó también los gestos que lo hacen “santo”, dijo. Y aclaró: “Porque los santos pueden ser imperfectos, pero santos al fin y al cabo”. En este sentido, al recordar la siempre esforzada rutina de trabajo espiritual y solidario de Bergoglio, destacó: “Bergoglio se levantaba a las 4 y media de la mañana, rezaba dos horas y cuando nosotros nos preparábamos para empezar el día con sus misas, a las siete de la mañana, él ya había lavado y puesto a secar las sábanas y la ropa de cama de 80 jesuitas para aliviarle el trabajo a la señora que se encargaba de eso en la casa de San Miguel, en Buenos Aires”. Un ejemplo para muchos sacerdotes.

Francisco kirchnerista

Eduardo Valdes, "albertista línea fundadora", ex embajador ante la Santa Sede, quien reconcilió a Cristina Kirchner con el Papa, explica que Néstor Kirchner tuvo muy mala relación con Bergoglio. Bergoglio era muy crítico del kirchnerismo, pero no tenía inconvenientes en encontrarse con Néstor. Era Néstor el que -según algunas versiones- estaba en guardia contra los curas, porque de chico había sido pupilo en un colegio religioso y lo maltrataban. "El Papa ama a la Argentina, vive pendiente de la Argentina, y el Papa no es kirchnerista", explica Valdes.

El mito del "operador político" se construye también sin ningún dato real, simplemente filtrando adecuadamente cuáles actores políticos, gremiales o sociales son amigo o "cercano al Papa", o a quiénes envía un rosario de regalo, ocultando todo diálogo del Papa con quienes no encajan en este relato. La fantasía se completa manipulando ocasionalmente declaraciones del Papa que responden a situaciones internacionales variadas, como si fueran un "metamensaje" relacionado con la política argentina. Toda una imagen, inventada sin necesidad de acudir a ninguna información real.

Francisco Populista

"A mí me da miedo cuando escucho los discursos de algunos líderes de las nuevas formas de populismo", dijo Francisco en su alocución en Bari, durante el encuentro "El Mediterráneo, frontera de la paz", el pasado 23 de febrero. "Me parece volver a oír los discursos que sembraban miedo y odio en la década de los años 30 del siglo pasado", dijo refiriéndose a la época en la que el fascismo pisaba fuerte en Europa.

El Papa nunca fue populista, dentro de lo ambiguo del término. No es populista desde el pensamiento político-económico, porque no lo es la Doctrina Social de la Iglesia desde la cual se manifiesta, doctrina a la que a veces se describe como "una tercera vía". El Papa es personalista, y habla desde el mensaje del evangelio. Ha criticado el populismo, si bien enfocándose más en su versión europea (más a la derecha) que la latinoamericana, si bien esta versión -que también surgió del fascismo europeo- trata de rodearse de una pretendida aura de progresismo.

Los que hablan en nombre del Papa

Los obispos argentinos también han debido desmentir reiteradamente la manipulación de la imagen y las declaraciones del Papa.



El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Oscar Ojea declaró a Valores Religiosos en 2018 que "es errónea" la interpretación de que el Papa es peronista y no lo quiere a Macri. "Es desconocer lo que el Papa está proponiendo y está diciendo. En esto puede haber también errores nuestros de comunicación, que es fundamental, en cuanto a hacer entender su palabra, a hacer accesible su magisterio. Lo que le está diciendo al mundo." No se debe mirar "como una ofensa el hecho de que el Papa reciba a alguien [Cristina Kirchner] que para algunos sectores puede ser considerada como adversario político o como queramos calificarla. "Es probable" que Francisco la haya recibido varias veces como un modo de apuntalarla ante el temor de que no terminara su mandato.

Ese mismo año 2018 la Conferencia Episcopal Argentina emitió un comunicado acusando a los medios argentinos de tergiversar políticamente la figura del Papa. "gran parte de los medios de comunicación han puesto más la atención en hechos menores e incluso han identificado al Papa con determinadas figuras políticas o sociales. Algunos de ellos han sido claros afirmando que no representan ni pretenden representar al Papa ni a la Iglesia. Sin embargo, esta constante asociación ha generado muchas confusiones y justificado lamentables tergiversaciones de su figura y sus palabras que llegan incluso a la injuria y la difamación." Algunos "pretenden utilizarlo, sea pretendiendo representarlo, sea atribuyéndole posiciones imaginarias en función de sus propios intereses sectoriales."

"Acompañar a los movimientos populares en su lucha por la tierra, techo y trabajo es una tarea que la Iglesia ha realizado siempre y que el propio Papa promueve abiertamente. Esto no implica de ninguna manera que se le atribuyan a él sus posiciones o acciones, sean estas correctas o erróneas."

Por eso el episcopado reitera que "el Papa Francisco se expresa en sus gestos y palabras de padre y pastor, y a través de los voceros formalmente designados por él. Nadie ha hablado ni puede hablar en nombre del Papa. Su aporte a la realidad de nuestro país hay que encontrarlo en su abundante magisterio y en sus actitudes como pastor, no en interpretaciones tendenciosas y parciales que sólo agrandan la división entre los argentinos."

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